Existen leyes y principios que rigen el Universo y si los comprendes y los aplicas a tu diario vivir, veras como adquieres un total dominio de tu vida y entorno, volviéndote un ser pleno y feliz. Estas se encuentran operando constantemente, ya sea que seamos conscientes de ellas o no; He llegado a la conclusión, el ser humano sufre por una sola razón: La ignorancia y la falta de conocimiento. Las personas crean sus problemas por no entender el funcionamiento de la vida. La falta de información las lleva a cometer errores que luego se transforman en dificultades.

Cada problema surge como resultado de haberse quebrantado el cumplimiento de alguna de las leyes divinas. Por lo tanto, todo aquello de la mala suerte o el destino fatal no existe. Entonces te preguntarás: ¿Por qué a aquellas personas le va bien y a otras mal? Existen varios motivos que condicionan nuestras vidas y que no son siempre la voluntad de Dios, si no la voluntad del hombre, porque el ser humano tiene libre albedrío, esto es, la libertad de escoger lo que desea hacer en la vida; bien o mal.

Bien sea que uno conozca estas leyes o no, ellas se aplican a todos al igual que la ley de gravedad, y aunque uno ignore o no comprenda bien esta Ley, ella trabaja por si sola. Si tú decides dar un paso al vacío desde un alto edificio, caerá a una velocidad cada vez más creciente hasta que alcance la velocidad máxima o hasta que impacte en el suelo. Si cruzamos la línea terminaríamos cayendo. De igual forma, si infringimos las leyes divinas lamentablemente sufriremos y nos autocastigaremos. Puesto, que gobiernan todo lo que hay en el universo, desde lo espiritual a lo físico y mental. Si vamos en contra de las leyes, podemos caer en una cadena de ciclos negativos y desencadenar crisis en nosotros mismos o en la humanidad.